Lanzados en una carrera contrarreloj, los socorristas marroquís han estado trabajado sin descanso para intentar salvar al pequeño Rayan, un niño de 5 años que cayó el pasado martes en un pozo seco, estrecho y de difícil acceso, excavado cerca de la casa familiar, en la aldea de Ighran, cerca de la ciudad de Bab Berred, en la provincia de Chefchauen (norte).
Los servicios de emergencias marroquís han rescatado este sábado, pasadas las nueve y media de la noche, el cuerpo sin vida de Rayan.
La muerte del niño ha sido confirmada en un comunicado de la Casa Real marroquí en el que se explica que el rey Mohamed VI ha llamado por teléfono a los padres del niño, Jaled Oram y Wasima Jershish.
El monarca alauí ha trasladado a la familia sus condolencias. Mohamed VI, que ha seguido el caso con atención, dio instrucciones para realizar todas las gestiones necesarias para intentar salvar la vida del niño y ha puesto en valor los “incansables esfuerzos” del equipo implicado en la operación
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